La virtud de Aspen es la capacidad que da para participar en la vibración de los planos más sutiles, no materiales de la conciencia, para descubrir, intrépido, estos planos, explorarlos de manera experimental y emplear este conocimiento en beneficio del prójimo.
Aspen es oriundo de Inglaterra. La forma exterior del álamo temblón es el símbolo perfecto de la extrema sensibilidad, basta con una suave brisa y se escucha el rumor de la fronda. Los brotes masculinos colgantes y los femeninos más pequeños y redondeados aparecen en marzo o abril antes de que salgan las hojas.
La personalidad de Aspen la caracteriza una paz interior, la seguridad e la intrepidez. Sabe reemplazar la aprensión por el deseo de aventura y nuevas experiencias, ignorando las dificultades y los peligros. Desarrollo de los impulsos inconscientes para salir del estancamiento en el plano astral.
De las personas que necesitan tomar Aspen, se dice que vinieron al mundo "con una piel de menos". La delimitación de su conciencia física de la realidad respecto a los otros planos, en especial respecto al plano emocional o astral, es sólo muy sutil, que tiemblan como el follaje de este árbol y reaccionan como un sismógrafo a la atmósfera visible e invisible de su entorno. Se recomienda tomar las esencias de las flores de Bach (ver preparación), Aspen cuando:
- Es una persona supersticiosa y tiene temores vagos e inexplicables.
- Sensación sin motivo alguno de miedo y peligro, presentimientos.
-Repentinos estados de angustia cuando la persona está sola o en compañía.
-Fascinación por los fenómenos ocultos, aunque le causen miedo.
- Temor a la persecución, al castigo y a una fuerza o poder invisible.
- Se despierta aterrorizada y no sé logra conciliar el sueño de nuevo.
-Miedo a los pensamientos o sueños sobre temas religiosos.
-Miedo al miedo, pero no se anima a hablar con nadie de ello.
- Temores colectivos como miedo a la violencia física, a los asaltos, a las violaciones.
- La persona no soporta "la atmósfera" en determinados lugares.
Al tomar Aspen, se experimenta cómo disminuyen esos miedos y se robustece su confianza interior, intuye que detrás del plano del miedo hay algo grande, más inteligente, que nos brinda protección y seguridad. Reconoce que la gran ley divina, la fuerza divina del amor está detrás y encima de todo y hace superfluos los miedos.
Mensaje:
Como escribió el Dr. Bach: " Una vez que llegamos a esta comprobación, estamos más allá del dolor y el sufrimiento, más allá de la inquietud, la preocupación o el temor, estamos más allá de todo excepto de la alegría de vivir, la alegría de morir y la alegría de nuestra inmortalidad... Podemos caminar por ese sendero a través de cualquier peligro, cualquier dificultad, sin miedo".
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